En cuanto empezamos a generar dinero a partir de nuestro esfuerzo como trabajadores independientes, personas cercanas (familiares o amistades) pueden acercarse a pedirnos dinero prestado. El dicho dice: “la forma más rápida de perder a un ser querido es prestando plata”.
Siempre vamos a conocer a alguien que, en cambio de pedirnos dinero prestado, van a solicitar que seamos fiador de una deuda.
Muchas veces, lo haremos por sacar de un apuro financiero a alguien. Pero ¿realmente entendemos los riesgos de este tipo de tratos?
Se puede tomar con la mala suerte de que la persona a la que está fiando no tenga los recursos para seguir con la deuda. Eso le deja con obligaciones que responder cuando se incumpla con las cuotas. Es prácticamente estar solicitando un préstamo personal, con todos los papeleos adminsitrativos legales, sin el beneficio de tener el dinero.
Hay beneficios que se pueden obtener como fiador
A grandes rasgos, estos son:
- Beneficio de exclusión: El fiador no puede ser forzado a pagar el crédito mientras que el deudor tenga bienes para responder en el caso del no pago. Primero, la entidad bancaria debe utilizar los recursos a su disposición como un embargo de salario, propiedades o vehículos.
- Beneficio de orden: El acreedor debe agotar los medios posibles para cobrar al obligado principal del endeudamiento.
- Beneficio de división: En algunos préstamos, cuando son muy grandes o cuando hay un récord crediticio insuficiente, hay varios fiadores. Con esta condición, si el deudor no puede pagar, la deuda se divide entre todos los fiadores.
Debe ser muy cuidadoso en que no vayan a poner en el contrato que usted renuncia a estas cláusulas. Pues esto le pone en riesgo a usted y a sus finanzas.
Verifique los récords crediticios
Una buena práctica es, antes de aceptar, pedirle a la persona que le pide ser fiador que revisen sus finanzas y asegurarse de que tenga los medios para pagar en los tiempos indicados. Los récords crediticios pueden ser solicitados a la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF). Valore también que la entidad financiera acreedora sea legítima para evitar fraudes.
Por cierto, cada vez que hay un préstamo, la SUGEF es informada. Cada pago del crédito tiene una calificación dependiendo de varios factores como si es pagado a tiempo o no, si no se paga o si está en cobro judicial. Esta puntuación afecta al deudor y al fiador. A las malas calificaciones se les conoce comúnmente como “manchas” en el expediente financiero.
Uno de los riesgos que tiene una deuda con mala clasificación es que puede ser comprada entre entidades bancarias. Cada vez que la deuda pase de entidad bancaria, le van a llamar y solicitar que firme diferentes contratos. Esto puede llegar a ser agotador.
Ser codeudor afecta su crédito crediticio y, si su emprendimiento lo necesitara, tendría las opciones limitadas para sacar un préstamo para ese propósito. Nuestra recomendación es no ser fiador para nadie, a menos de que esté dispuesto a asumir la carga como si fuera propia.
Si, a pesar de esta información, decide avalar una deuda, es vital que cuando se termine de pagar el préstamo solicite a la entidad financiera un documento que no lo compromete más.
Amante de la literatura y los animales. Ha estado en la industria del servicio al cliente por 8 años y se ha convertido en experta de la facturación electrónica en los últimos 3 años. Conocimientos en mercadeo, emprendedurismo y habilidades blandas.